Saltar al contenido

Triángulo

El triángulo siempre ha sido una figura enigmática, sobredeterminada de significaciones, fascinante y perteneciente a múltiples ámbitos del hacer humano. A continuación presentamos triángulo: información y simbología.

El símbolo del triángulo

El triángulo, si nos basamos en la geometría plana o bidimensional, es simplemente un polígono de tres lados. Sin embargo, la geometría, una ciencia sumamente antigua, cautivó a los seres humanos no solo por el provecho que se le podía dar teórico y posteriormente práctico, sino también por la multitud de símbolos que al mismo se le podía anexar. Si pensamos bien, es la primera figura que podemos crear si utilizamos tres lineas rectas y como representación del número tres ha tenido una raigambre en múltiples civilizaciones del mundo, como por ejemplo asombroso, la trinidad cristiana.

Triángulo Masónico

Las sociedades ocultas, caliginosas y el mundo masónico no se privaron de la proliferación de significados que se podía dar a un triángulo. La luminosidad, la maduración espiritual y en algunos casos, con la presencia de un ojo, la omnipresencia, son algunas de las ideas que exuda esta figura geométrica. Asimismo, muchas veces según el tipo de triángulo, variaba su significación: un escaleno, que tiene tres lados diferentes, daba cuenta del aire; el isósceles, de dos lados iguales, el fuego; y el agua con un triángulo rectángulo.

Triángulo y Alquimia

La alquimia desarrollada en la Europa Medieval es un hermoso ejemplo de cómo influencias lejanas, como las de Egipto o la misma Mesopotamia podía llegar a tierras lejanas. De esa manera, la alquimia no solo estribaba en un intento, que se pensaba serio y hasta podríamos decir científico, de convertir metales menores en plata u oro, obtener la juventud y paliar las enfermedades a partir de una piedra filosofal, sino también desarrolló una enorme cantidad de símbolos, en donde el triángulo no escapa para cierta utilización.

En verdad, el triángulo, que en verdad era un equilátero porque tenía los tres lados iguales, era una representación en este mundo de los elementos y algunos metales asociados. Por ejemplo, la tierra era un triángulo invertido, con una división en su interior y daba cuenta del nacimiento y la creación; el agua era también un triángulo invertido simple y mostraba la purificación; el aire era un triángulo no invertido y subdividido al igual que la tierra asociado al aliento de la vida; y, finalmente, el fuego es la transformación final, un triángulo equilátero simple en su representación.

Triángulo equilátero

Sin fomentar una suerte de Gestalt intempestiva, hay que decir que históricamente la perfección a estado asociada a lo esférico (Parmenides decía que la verdad era redonda cuando quería diferenciar la vía de la verdad de la vía de la simple opinión), por lo tanto, resulta lógico que ciertas cualidades similares fueran anexadas en caso de triángulos, donde solo hay rectas y no curvas, a un triángulo equilátero ¿El por qué? Porque, precisamente, sus tres lados son iguales.

Por lo tanto, este tipo de triángulo siempre estuvo vinculado a la perfección, la armonía, fuerza, belleza y la sabiduría, además de representar el reino mineral, vegetal y animal. El mismo Platón mencionaba que el equilátero estaba vinculado a la proporción y a la divinidad. Y, a no dudarlo: si se hiciera una representación de la hipóstasis trinitaria cristiana, seguramente el triángulo del Padre, el hijo y el espíritu Santo sería un equilátero.

Asimismo, no hay que dejar de decir que este triángulo, en modo ascendente, daba cuenta de un principio masculino; mientras que en modo descendente femenino. Por otro lado, la conjunción en su base de ambos era una forma de expresar la fase creciente y menguante de la luna.