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Dios Tifón

El mundo griego era un mundo politeísta y, sin embargo, la enorme cantidad de dioses más o menos venerados no obliteraba la presencia de seres de otro tipo: a veces más primitivos, con formas monstruosas y de distintas jerarquías. Tifón puede ser un gran ejemplo de ello, por eso presentamos a continuación todo sobre el dios Tifón: quién era, leyendas y mucho más. 

Quién era Tifón

En la mitología griega Tifón era una divinidad primitiva que estaba vinculada a los huracanes y la actividad volcánica. Fue el último hijo de Gea, pero en esta ocasión con Tártaro, el cavernoso vacío inferior (es decir, su progenitores eran divinidades de primera generación). Tifón tuvo una lucha frente a Zeus, pero culminó perdiendo y fue confinado al Monte Etna.

Tifonomaquia

Para hablar de la Tifonomaquia nos debemos remitir al himno a Apolo, en los famosos Himnos Homéricos. Este relato hace del monstruo en Delfos un hijo de la arcaica Hera, es decir, de la forma minoica de esta. Ella sola lo generó, parido en una cueva de Cilicia, donde Zeus luchó con el monstro y lo derrotó.

Sin embargo, la batalla entre la criatura gigantesca y el padre de los olímpicos fue pareja. Tifón en un principio atacó a Zeus con sus llamas y lo pudo vencer temporalmente: le cortó los tendones y lo dejó en un saco de cuero. Sin embargo, Hermes ayudó a Zeus a recuperar sus talones. Una vez recuperado este último derrotó a la criatura gigantesca y la confinó al Tártaro o encerrado bajo el volcán Etna.

Podemos decir que la Tifonomaquia es una parte del enorme mito de sucesión, que tan bien Hesíodo se presta a contar y sistematizar. Urano era el primer rey y fue destronado por su hijo Crono (El Cielo obligaba a Gea, la Tierra, a mantener en su seno a sus hijos titanes); y a su vez Crono fue destronado por su hijo Zeus (en este caso el mismo Crono los devoraba y le hicieron confundir a Zeus con una piedra).

La consecuencia de su lucha con Zeus y su resultado fue un sufrimiento perpetuo para Tifón: «su lecho raspa y aguijonea todo el largo de su espalda extendida contra él «, es decir, el lecho del volcán. Sin embargo, Tifón es asociado a otros volcanes también y se lo llega a entender como el generador de las erupciones. Tifón es una manifestación ctónica de las fuerzas volcánicas (primigenias), en comparación a Hefesto, totalmente humanizado en su fisonomía, es la representación de las mismas pero a nivel olímpico.

Apariencia

Las descripciones son evidentes: Tifón era un colosal y terrorífico monstruo alado, cuya estatura era tan grande que podía alcanzar las mismas estrellas (otras mitologías también hablan de monstruos ciclópeos). Poseía cabeza de dragón en lugar de dedos y un gran número de serpientes se hallaban repartidas entre sus muslos. La ígnea mirada de Tifón podía abrasar todo lo que se interpusiera a su camino, podía expulsar fuego y lava de su boca, además de crear huracanes, terremotos y olas inmensas con el solo movimiento de sus alas.

Descendencia de Tifón

Las divinidades en la religión griega podían ser lo suficientemente prolíficas en descendencia y semejante rasgo le cabe a Tifón. Entre los hijos que Tifón tuvo con Equidna están Cerbero, Ortro, la Quimera, la Esfinge, la Hiedra de Lerna, el dragón Ladón, el León de Nemea, el Águila de Prometeo, el Dragón de la Cólquida y la cerca de Cromio.

También era padre de los peligrosos vientos cálidos (de hecho typhein en griego es «echar humo»), por lo que este dato también puede darse como una etimología de la palabra Tifón. Asimismo, a veces se menciona un segundo Tifón, hijo del primero, idéntico a este y considerado parte de los Gigantes.

Por otro lado, más allá de la descendencia, Tifón tiene ciertas vinculaciones con Pitón. Muchos rasgos coinciden de ambos: su monstruosidad gigantesca, su descendencia de Gea, sus rasgos serpentinos, su presencia en cuervas o ambientes cavernosos y su lucha singular con una divinidad olímpica (el primero con Zeus y Pitón contra Apolo).