En la mitología griega, Helios era la personificación del Sol y uno de los dioses titanes más fuertes. A menudo se lo representa como un apuesto joven que conduce un carro con cuatro caballos a través del cielo de este a oeste. Conocido como «el dios del sol», Helios también era el dios de la vista y el guardián de los juramentos.
Helios no jugó un papel importante en la mitología griega, ya que Apolo lo reemplazó gradualmente después de que los dioses olímpicos suplantaran a los titanes. Sin embargo, aparece como un personaje secundario en los mitos de los mortales y otros dioses (al final del artículos les contaremos los más importantes).
Quién es Helios
Helios nació de Theia, la diosa de la vista e Hyperion, el titán dios de la luz. Era hermano de Eos, la diosa del amanecer, y de Selene, diosa de la luna. Helios es descrito como un dios apuesto con cabello brillante y rizado y ojos penetrantes. El mismo es considerado el Dios del sol y la vista, y guardián de los juramentos.
Símbolos de Helios
El símbolo más popular de Helios es su carro. Tirado por varios caballos, Helios monta el carro dorado todos los días, cruzando el cielo de este a oeste, lo que simboliza el viaje del sol.
Otro símbolo popular de Helios es el caballo, el animal que tira del carro por el cielo. Helios tiene cuatro caballos: Aethon (Ardiente), Aeos (El que gira el cielo), Phlegon (Ardiente) y Pyrois (Ardiente).
Helios también está representado por aureolas, que se refiere a los rayos de luz que a menudo se dibujan alrededor de las cabezas de ciertas deidades.
Mitos que incluyen a Helios
Helios no juega un papel central en muchos mitos, pero hace apariciones frecuentes como personaje secundario en la historia de otros. Aquí hay algunos mitos populares que presentan a Helios.
El ganado de Helios
Ulises y sus hombres fueron arrojados a tierra en la isla Thrinacia. Helios tenía un gran rebaño de ganado y había prohibido que nadie lo tocara. Sin embargo, los hombres de Odiseo no tomaron en serio la advertencia y mientras éste dormía, capturaron algunas de las vacas y asaron la carne. Helios se enojó mucho por esto y fue a Zeus para pedir venganza.
Cuando Odiseo y sus hombres abandonaban la isla, un rayo golpeó su barco y lo destruyó sin posibilidad de reparación. Todos los hombres de Odiseo perecieron, y solo éste ultimo sobrevivió al evento. Se salvó porque había sido el único que no había desobedecido a Helios, ya que estaba profundamente dormido.
Helios y Heracles
Mientras el héroe griego Heracles cruzaba el desierto para robar el ganado del monstruo Gerión, como uno de sus Doce Trabajos, encontró difícil soportar el calor de Helios. Molesto, comenzó a disparar flechas a Helios, quien prometió ayudarlo si lo detenía. Heracles cumplió y el dios sol le dio una copa de oro que le ayudaría a cruzar el agua en el camino hacia el ganado. Heraless usó la copa de oro para navegar a través de los mares.
Helios y Poseidón
Helios era un dios competitivo como la mayoría de los dioses del panteón griego. En un caso, se dice que buscó los sacrificios de Corinto. Sin embargo, tuvo que competir por esto contra Poseidón, dios del mar.
La competencia entre Helios y Poseidón por los sacrificios de Corinto fue tan feroz y violenta que Briareo, el mediador, decidió que la acrópolis de la ciudad de Corinto sería para Helios y el Istmo para Poseidón.
Faetón y el juramento inquebrantable
La historia del hijo de Helios, Faetón, es probablemente uno de los mitos más conocidos que involucran al dios sol. Faetón creció siempre sin saber si en realidad era el hijo de Helios, por lo que luchó en busca de ello y nada de lo que su madre pudiera decir lo tranquilizaría. Así que Faetón se enfrentó a Helios, buscando la seguridad que necesitaba.
Helios hizo un juramento inquebrantable, prometiendo darle a Faetón todo lo que quisiera. Este solicitó que se le diera la oportunidad de guiar el carro de su padre por un día. Helios se dio cuenta de que sería una locura permitir tal cosa, pero como había hecho un juramento, no podía retractarse de su palabra. Entonces, puso a Faetón a cargo de su carro.
Faetón, sin embargo, no podía controlar el carro como su padre. Cuando voló demasiado cerca del suelo, quemó la tierra y cuando voló demasiado alto, provocó que algunas regiones de la tierra se congelaran. Zeus vio lo que estaba pasando y decidió que tenía que intervenir o el mundo sería destruido. Envió un rayo que mató a Faetón.
Helios quedó devastado y se culpó a sí mismo por lo que había sucedido. Se necesitó una gran cantidad de engatusamientos de los dioses para que volviera a montar en su carro y continuara su viaje diario a través de los cielos.