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Dios Lugh

El ser humano ha desarrollado diferentes creencias a lo largo de la historia y la multiplicidad de dioses lo demuestra. Sea un monoteísmo o un politeísmo (creencia en un dios o en muchos) la variedad de los resultados es asombrosa. El pueblo celta, tan disperso en el mapa, no escapa a ello: a continuación presentamos todo sobre el dios Lugh: quién era, familia, historias y mucho más. 

Quién era Lugh o Lug

Lugh o Lug era una de las divinidades más destacadas del mundo celta. Era un maestro de todas las artes y habilidades, tenía todas las funciones. Esto último explica por qué era conocido con el nombre de Samildanach, es decir, múltiple artesano.

Lugh posee, sin embargo, un dato curioso: no solo se encuentra en la cima de la jerarquía divina (algo usual en los politeísmos), sino que era pancéltico. Se lo puede hallar en los panteones de los diversos pueblos de extracción céltica. Y eso es importante: no necesariamente coincidían las divinidades que se podían venerar antiguamente en la actual Irlanda, con la de Gales o por ejemplo el territorio Bretón en Francia.

Existen ciertas vinculaciones de esta divinidad celta con dos dioses escandinavos como Loki, por el parecido más que nada del nombre y con Balder, por aludir a lo brillante y luminoso. Los romanos, por su parte, lo identificaron con Mercurio. Sea como sea, también poseía rasgos del guerrero y protector, de ahí que tenga relación con ciertos ritos de pasajes o iniciáticos en determinadas edades.

Historias alrededor de Lugh

Lugh es hijo de Cian y Ethniu. Esto demuestra que pertenecía a dos tipos distintos de familias o estirpes divinas: por un lado los Tuatha Dé Danann y por otro los Fomoré (divinidades oscuras, monstruosas y emparentadas con la muerte).

La historia mitológica nos reserva la figura de Lugh presentándose en la residencia del rey Nuada, con ocasión de una fiesta. El portero le negó la entrada, por lo que la divinidad se propuso ser útil para ser aceptado: fue sucesivamente carpintero, herrero, guerrero y mago. Un dato curioso: es aceptado como jugador de Hnefatafl (juego de mesa posiblemente de origen germánico) y disputa una partida con el rey a quien terminó venciendo.

La partida fue simbólica sin embargo: era una justa intelectual a partir de la cual Lug tomaría el control del mundo. En posteriores relatos se lo puede encontrar combatiendo al lado de su hijo, Cúchulainn, en la invasión de Ulster por parte de la reina Medb (arquetipo de guerrera, poderosa y promiscua).

Cristianización de Lugh

Muchos especialistas celtas nos indican que, sobre todo en Irlanda, la cristianización no fue un suceso tan complejo: en esas tierras distantes al pueblo romano la llegada del cristianismo habría encastrado bien con el paganismo druídico anterior. Sin embargo, no deja de ser un sincretismo lo ocasionado.

Lo dicho anterior explica de algún modo la tendencia del cristianismo celta de adorar una gran cantidad de santos. Y muchos santos eran otrora divinidades politeístas que fueron de ese modo solapadas. Ese es el caso de Bridig con Santa Brígida y también de Lugh, que es emparentado con la historia de San Lorenzo.

Culto a Lugh

El culto a Lugh existió, aunque muchas veces sea complicado estudiarlo ante una cultura eminentemente oral. Sin embargo, sabemos de la existencia del Lughnasa, un festival pagano que se desarrollaba a principios del mes de agosto. 

Por ejemplo, en Lyon se celebraba una gran fiesta de tres noches par Lugh, que fue reemplazada por el festival de Saint Laurent, que curiosamente también posee tres días. En la actualidad hay que decir que el neopaganismo lleva adelante un Lughnasa, que antiguamente era una de las cuatro festividades principales del calendario celta. Por ejemplo, en Lugo, España, esta fiesta se traduce en bodas celebradas en los bosques con nuevos druidas y comidas esplendorosas.

Todo el mundo del brillo y la luz vinculado a Lugh, también el de los ritmos lunares y las cosechas, debe entenderse en un contexto natural. El bosque, sobre todo el claro, para el pueblo celta era el espacio en donde confluían el plano natural y el supranatual (se lo conoce como nemeton).