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Logo de Yamaha

El logo de la marca se compone por tres diapasones cruzados que hacen referencia al emblema original, el mismo incorpora la idea de las tres ramas; producción, comercialización y tecnología.

Este logotipo se utiliza tanto para la empresa matriz como para la compañía de motos. La única diferencia es que en el primer caso, los diapasones están integrados completamente en el círculo, mientras que en el segundo los extremos de los brazos de los diapasones cruzan el anillo exterior del emblema.

¿Qué significa el logo de Yamaha?

El logotipo de Yamaha es bien famoso entre los moteros de todo el mundo. Pero la imagen colocada en el medio del círculo situado al lado de la denominación Yamaha es difícil de entender para aquellos que no están familiarizados con la historia de la empresa.

Yamaha recibió el apellido de su fundador Torakus Yamaha, que en 1897 creó una empresa especializada en la reparación de instrumentos musicales.

En 1921, la empresa comenzó a producir hélices de madera para aviones, y después de 10 años, fue rediseñada para fabricar hélices de metal. Esto ayudó a Yamaha a acumular una experiencia útil en el campo de la tecnología metalúrgica, y a principios de los 1950 la compañía comenzó a producir motocicletas.

Esta nueva producción resultó tan exitosa que en 1955 se decidió fundar una Yamaha Motor Co., Ltd que se especializó en las motos.

Historia del logo de Yamaha

Por cuanto Yamaha comenzó su existencia como una producción musical, su símbolo fue elegido por diapasón. Inicialmente, la imagen del Fenix chino con un diapasón en el pico estaba en el logo de la compañía.

El logo, que es bien conocido hoy, apareció un poco más tarde, en 1927. Estos fueron tres diapasones musicales cruzados en un triángulo con lados redondeados y un nombre de empresa escrito en letras latinas y japonesas.

Durante los próximos diez años, hubo cambios en el logotipo. En 1967, quedó solo el apellido del fundador de la compañía. En 1987 se aprobó la inscripción «YAMAHA» en letras mayúsculas.

Finalmente, en 1998 se adoptó el logotipo utilizado hasta el día de hoy. Es un círculo con tres diapasones, situado a la izquierda de la inscripción YAMAHA. El diámetro del círculo corresponde a la altura de las letras en la inscripción.

Tres diapasones simbolizan tres aspectos del progreso de la compañía: tecnología, producción y venta. Inicialmente, en 1955, el símbolo se interpretaba así: Yamaha aparece en el escenario mundial de la unión de producción, tecnología y marketing. Hoy hay otra explicación del concepto de los tres diapasones: el Cliente, la Sociedad y la persona.

El logotipo oficial de Yamaha fue diseñado en 1967 y presentaba una marca denominativa con un símbolo icónico a la izquierda. El logo se ejecuta en una paleta monocromática, donde el negro es el color principal. La marca denominativa está escrita en letras mayúsculas, con un tipo de letra sans-serif fuerte con líneas estrictas y claras.

En 1980 la marca decide aclarar el emblema y cambia los colores de la imagen y el fondo. El logo luce más equilibrado y fresco ahora. Las líneas de la marca denominativa son refinadas y las letras son más elegantes en esta versión.

En 1987, la marca utiliza una sola marca denominativa para su logotipo. Yamaha eliminó el emblema para obtener un aspecto más minimalista y moderno, este concepto permaneció en la compañía durante más de diez años, pero la rica historia y herencia regresó como el valor principal en 1998.

El rediseño del logotipo de Yamaha, realizado en 1998, recupera el símbolo icónico y agrega color a la identidad visual de la marca. La paleta monocromática se sustituye por el rojo y el blanco, que simbolizan la pasión y la energía de la poderosa empresa.

La marca denominativa, ejecutada con un tipo de letra limpio y seguro, que se acerca al Swiss 911 Extra Compressed, presenta letras estrechas y en negrita, que se ven notables en el nuevo color rojo.

Curiosidades sobre Yamaha

Detrás de cada marca o empresa de renombre hay una larga historia que explica su reputación.

1. Fue fundada en 1887

Yamaha nació como tal a finales del siglo XIX, concretamente en el año 1887, gracias a la idea de Torakusu Yamaha que se llevó a cabo en la ciudad japonesa de Hamamatsu. No obstante, el propósito original que tenía era hacer y comercializar posteriormente pianos y órganos de lengüeta, productos que en nuestros días siguen fabricando y vendiendo.

Eso sí, como empresa independiente no empezó a funcionar hasta 1955, cuando se creó Yamaha Motor Company. Hay que decir que actualmente sigue perteneciendo al grupo, dado que Yamaha Corporation es su mayor accionista con el 12.21 por ciento de las acciones en su poder.

2.La competición la lleva en la sangre desde siempre

Allá por 1958, Yamaha se convirtió en el primer fabricante japonés de motos en lanzarse a la aventura en el mundo de la competición a nivel internacional. Los grandes resultados obtenidos en certámenes y pruebas nacionales animaron a la marca a dar ese gran paso. De hecho, presentaron su modelo YA-1 en las dos citas de carreras más importantes del país asiático: la Fuji Ascent Race y la 1ª Asama Highlands Race.

En ambas se alzó con la victoria en la categoría de 125 centímetros cúbicos y, al año siguiente, reeditó éxito en las categorías Light y Ultra-light de la Asama Highlands Race.

3. Expansión y desarrollo tecnológico a partir del éxito deportivo

El hito logrado en tierras norteamericanas fue el punto de partida para la expansión de Yamaha por el largo y ancho del planeta. Y es que se reconoció el gran nivel tecnológico exhibido por los japoneses entre los amantes de las dos ruedas de Estados Unidos, lo que a su vez facilitó que empezase a vender sus motos por el país norteamericano gracias a un distribuidor independiente en California.

Fue Cooper Motors quien se encargó de comercializar modelos como la YD-1 250 y la MF-1, con una cilindrada de 50 centímetros cúbicos y motor de dos tiempos monocilíndrico.

4. Genichi Kawakami, el artífice de todo.

Genichi Kawakami fue el primer presidente que tuvo Yamaha Motor Company y, lejos de focalizarse únicamente en la gestión de la compañía, se implicó profundamente en todas y cada una de los aspectos del desarrollo de la marca y llevó al reconocimiento internacional a la marca de los diapasones. Su filosofía de vida era que, si vas a hacer algo, hay que hacerlo lo mejor que se pueda.

Hay que decir que este buen hombre anteriormente había trabajado en Nippon Gakki, nombre que tenía originalmente la división de instrumentos musicales y electrónica que, más tarde, se llamó Yamaha Corporation, y fue escalando desde otros rangos hasta llegar a lo más alto de la empresa, por lo que ahí se puede explicar su desempeño. Kawakami dijo adiós el 25 de mayo de 2002, pero su legado y espíritu sigue muy vivos más de dos décadas después de su fallecimiento.

5. La primera moto trail fue obra suya

Yamaha fue pionera en el mundo del trial gracias al modelo DT-1 Enduro que lanzó al mercado en 1968. El fin no era otro que aportar al usuario grandes prestaciones tanto dentro como fuera de las carreteras, una idea que tuvo una magnífica acogida entre los usuarios de todo el mundo, en especial en los Estados Unidos. Esta idea le dio un gran impulso para ser el líder en lo que se refiere al desarrollo de tecnologías para motocross durante la década de los años 70´del siglo pasado.

6. La música, muy presente en su logo

A pesar de que las motos copan el principal protagonismo en sus ventas, lo cierto es que su logo representa más la relación que la marca tiene con la música que con el motor. Los tres diapasones que aparecen son unos utensilios que tienen como propósito encontrar la calidad de sonido necesaria en ciertos instrumentos. No obstante, de inicio expresaban otras ideas que definían la identidad de Yamaha: Ciencia, Tecnología y Avance.

7. Es la marca que más tiempo ha competido de forma ininterrumpida

Desde que hiciese sus primeros pinitos en su Japón natal, lo cierto es que Yamaha no ha parado de competir. Decía el gran Kawakami que un producto no podía alcanzar el éxito hasta que no se probase a sí mismo frente a otros de su estirpe en su campo. La forma de hacerlo, en el caso de las motos, eran los eventos de competición.

Desde entonces, ha mantenido y sigue manteniendo una estrecha relación con el mundo de la competición.