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Lobo

El simbolismo del lobo tiene sentidos antagónicos u opuestos, porque así como puede significar la luz, la claridad, la astucia o lo sociable, entre otras ideas; también da cuenta de lo maléfico y oscuro. A continuación te contamos de este fascinante animal y su simbolismo agrupado casi como uno solo.

El lobo como representación del bien

Al lobo, naturalmente, le son atribuidos muchos rasgos positivos. En primer lugar, podemos decir que su gran vista en la noche, su manera de manejarse en la oscuridad le otorgan cierto componente benéfico, luminoso y hasta se podría decir lunar (aunque sería una solaridad lunar, valga la contradicción). El lobo, asimismo, es un animal sociable, habita en manadas y también realiza sus ataques así. Por otro lado, hay que anunciar que este animal fue el primero de los domesticados por el hombre, de ahí que se le asocien tantas otras virtudes antropomórficas: un guerrero por antonomasia, un guardián o protector (casi como el perro moderno) y hasta una pseudo deidad, fundadora de tribus y civilizaciones enteras (pensemos en el caso de Luperca, inmortalizada por amamantar a Rómulo Y Remo o el hecho que el mismo Zeus tomaba forma lobezna muchas veces).

La astucia, párrafo aparte, es otro de los rasgos que podríamos representar como positivo o bueno. El lobo tiene fortaleza y por eso se lo asocia al guerrero, pero no rivalizaría simplemente por eso con un oso o un león, por ejemplo. De ahí que aquel rasgo o característica sea tan ponderada, ya que la astucia no es fuerza bruta y siempre hace hincapié en un principio de inteligencia o razonamiento. El lobo sabe cuándo atacar, cuándo marcharse, vislumbrar el punto flaco del rival, la hora de salida de la caza o cualquier otra circunstancia importante.

El lobo como representación del mal

Pero el lobo es un ser de simbolismos antagónicos, tan sobredeterminado, que también podemos divisar los rasgos negativos. A lo sociable positivo, entonces le podemos anteponer lo solitario negativo, ese cazador empedernido que es voraz, que no perdona a su víctima y que siempre surge de los páramos más oscuros. Si el lobo es asociado a la noche, casi por contigüidad, es marcado por lo ambiguo, lo que no tiene distinción, el caos que está tan alejado del orden, lo que no puede ser contenido y, por ese, es anuncio de mal augurio (hasta para cierta mitología, es la muerte cósmica, devoradores de astros).

A esa voracidad por la  sangre que es naturalmente pecado, desde tiempos del llamado paganismo también el lobo es símbolo de la sexualidad, del deseo obsceno y desenfrenado por la carne (un motivo que también continúa la Edad Media). No por algo, siguiendo la mitología de origen romano, Luperca es una loba, pero también, suele decirse,  una prostituta por lo menos la madre/nodriza de los gemelos Rómulo y Remo.  Y ya insertados en el cristianismo, el lobo ataca y come los rebaños, por eso en incontables ocasiones está marcado como un animal del mal, infernal y también, como se anunció más arriba, lúbrico.

Lobo blanco

El lobo es uno de los animales más espirituales de todos, un contraste desde lo luminoso cuando nos referimos al lobo blanco respecto al lobo negro. El lobo blanco es sabiduría, poder, astucia, sociabilidad, espiritualidad, luminosidad, representación lunar en la tierra, libertad y hasta lealtad. Son rasgos más positivos los que observamos acá, aunque, hay que anunciarlo, no es de extrañar que este animal esté tan cargado de simbolismo: fue a la vez el amigo y el enemigo del hombre durante miles de años, así como posiblemente una de las criaturas más observadas por el intelecto primigenio del ser humano.

El lobo en el chamanismo

El lobo dentro del chamanismo es un animal sagrado y ya sabemos que muchas veces lo sagrado se nutre de una mezcla de reverencia extrema y temor profundo. Como ya se dijo más arriba, el lobo llenó de terror al hombre, pero también lo intrigó por ser fuerte y sagaz; gregario y solitario; amigo de la claridad y también de la oscuridad. El chamanismo, naturalmente, ha denotado sus rasgos positivos como la sociabilidad, la astucia bien entendida, sus dotes guerreros y protectores (si se tenía miedos profundos, rasgos del lobo podían llevar a la persona a un estar mejor, lejos del temor).

El lobo en la mitología

A nivel mitológico, el lobo es una criatura sumamente compleja por la variedad de papeles que tiene. La loba podía ser una divinidad de la tierra, de la fecundidad e incluso  ser nodriza de notables personajes de la historia, lo que también engarza con la protección. Asociado a la luna, que es eminentemente femenina, el lobo y, sobre todo la loba, será un ropaje frecuente para dioses tan disímiles como Artemisa o Atenas y también para el mismísimo Zeus.

Sin embargo, otras mitologías asociaron a este animal con destinos más cosmogónicos o, por lo menos, cósmicos. Por ejemplo, en China el lobo estaba relacionado con la Osa Mayor, una constelación que protegía el palacio real. También para los escandinavos daba cuenta de una reintegración cíclica, en la noche en donde se confunde todo. Para los germánicos, el padre de los lobos, Fenrir, era el responsable de la destrucción del orden mundial.

Volviendo a los griegos, el lobo era asociado a Apolo, por sus enormes dotes de vigilancia (además de siempre algún lobo se inmiscuyó en la historia humana por su ayuda contra la profanación de templos o en la colaboración de grupos humanos extraviados). Por último, el lobo, en relación a mitologías que van desde los grecorromanos hasta los egipcios, era un psicopompo, es decir, un ser nocturno que servía para conducir a las almas a la ultratumba, independientemente de los muchos corolarios que tuviera para ese credo el después de la muerte.

El lobo en el Tatuaje

El simbolismo de un lobo en un tatuaje, naturalmente, no va a variar en gran medida a todo lo visto anteriormente. De todas maneras, ante un animal tan determinado por ideas, es bueno desandar aquellas que puede interesar a cualquier persona que se haga un diseño en alusión a este animal. Por lo tanto, un lobo puede aludir tanto a dotes guerreros como protectores, ambos absolutamente mezclados; también la lealtad y el amor es parte del simbolismo (aunque ya vimos que lo sociable va a la par también con su soledad y con la libertad); la valentía, la virilidad e incluso, por último, el misterio no visto desde la óptica negativa (que también abunda en el caso de este mamífero) son características que se pueden tener en cuenta. Finalmente, podemos añadir la espiritualidad, la conexión con el todo, el instinto, la inteligencia y hasta el cambio.