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Dios Plutón

Plutón​ es el dios del inframundo en la mitología romana. Su equivalente en la mitología griega es Hades, aunque Plutón es más benigno. En cuanto a la etimología del nombre se le confunde con el de Pluto, el dios griego de las riquezas.

Plutón, era el Dios de la muerte y gobernaba el inframundo, donde vivía de forma feroz y despiadada impidiendo la salida a quienes pretendían escapar de los infiernos.

 Dios Plutón

El dios Plutón era uno de los tres dioses más poderosos de la antigua Roma junto a sus hermanos Júpiter y Neptuno, y por tanto hijo de Saturno (dios de la agricultura) y de Ops (diosa de la Tierra).

Cuando Saturno, el padre de Plutón, murió, tanto él como sus hermanos Júpiter y Neptuno recibieron todo el poder que había ostentado su padre, que quedó dividido de la siguiente forma: el cielo para Júpiter, el mar para Neptuno y el inframundo para Plutón.

Así, con el tiempo, Júpiter se convirtió en el rey de todos los dioses en el cielo y de toda la tierra, Neptuno fue el señor del mar y las profundidades, y Plutón vivió en el inframundo como su señor y gobernante.

Pero el mismo nombre de Plutón nos indica que no solo era el señor del inframundo, y también estaba asociado con la acumulación de ganancias y riquezas, pues las piedras preciosas, los metales y los minerales provenían y provienen de su dominio, las entrañas de la Tierra.

En la mitología romana Plutón era el regente del inframundo y protegía a las almas que estaban condenadas a pasar la eternidad bajo la Tierra, cuyas puertas de entrada estaban custodiadas por su enorme perro de tres cabezas, Cerbero. Al ser una misión tan importante, Plutón tenía que pasar la mayor parte de su tiempo en el inframundo, saliendo solo ocasionalmente a la Tierra o al Monte Olimpo para reunirse con los demás dioses.

Pero, el inframundo romano no era un lugar ardiente, oscuro e infernal como podría pensarse, sino un espacio dividido fundamentalmente en tres partes: la zona en la que se organizaban las almas, y las otras dos zonas de las almas buenas y de las malas.

Plutón era el encargado de recibir a los muertos, que llegaban hasta el inframundo tras cruzar navegando el río Estigia. Una vez allí, Plutón ataba las almas y las acompañaba hasta su juicio, donde se decidía el destino de cada una según las acciones que hubieran ejercido en vida. Después de que las almas fueran juzgadas, Plutón las escoltaba de nuevo hasta su espacio en el inframundo.

En Italia, Plutón compartía los honores de un templo común con Apolo. Así pues, los faliscos, habitantes del lugar, creían que debían honrar a la vez el calor subterráneo y el del astro del día.

Los habitantes del Lacio y de los alrededores de Crotona habían dedicado al rey de los infiernos el dos como un número infeliz. por la misma razón, los romanos le consagraron el segundo mes del año, y en él se designó el segundo día en concreto para ofrecerle sacrificios.

 Culto

Los romanos pusieron a Plutón no solo entre los doce grandes dioses sino también entre los ocho dioses elegidos, que eran los únicos que estaba permitido representar en oro, en plata y en marfil.

En Roma había unos sacerdotes victimarios consagrados únicamente a Plutón. Solo se le sacrificaban, como al Hades griego, víctimas de color oscuro y siempre en número par, mientras a otros dioses se les sacrificaban en número impar. Los sacrificios se reducían completamente a cenizas y el sacerdote no reservaba nada, ni para el pueblo ni para él.

Antes de las inmolaciones, se cavaba un hoyo para recoger la sangre y se vertía el vino de las libaciones. Durante los sacrificios, los sacerdotes mantenían la cabeza descubierta y se recomendaba silencio absoluto a los ayudantes, más por respeto que por temor al dios.

En Sicilia, los siracusanos le sacrificaban cada año dos toros negros cerca de la fuente de Ciane, donde la tradición situaba el rapto de Proserpina. En Roma, el 20 de junio, día de su fiesta, solo abría el templo de Plutón. Se le sacrificaban animales de pelaje oscuro y se dedicaba a su ira inflexible todos los condenados a muerte.

Religión

Sobre el monte Soratte, en Italia, Plutón compartía los honores de un templo común con Apolo. Así pues, los faliscos, habitantes del lugar, creían que debían honrar a la vez el calor subterráneo y el del astro del día.

Los habitantes del Lacio y de los alrededores de Crotona habían dedicado al rey de los infiernos el dos como un número infeliz. por la misma razón, los romanos le consagraron el segundo mes del año, y en él se designó el segundo día en concreto para ofrecerle sacrificio

Carácter

Plutón era el más despiadado y temido por los hombres, Se le temía por su fealdad y la dureza de sus rasgos. Si bien era inflexible, se consideraba que era el más justo de todos los dioses, pues a su reino acababa llegando cualquier ser mortal más tarde o más temprano, sin importar su clase, rango o lugar de procedencia.

Se le consideró más tarde como dios benefactor, dispensador de riquezas. Según Pausanias, Epiménides había hecho colocar su estatua en los templos de las Euménides y, contra la costumbre habitual, se le presentaba con una forma y actitud agradables.

Atributos

A menudo se le representa con un casco de piel de perro regalado por los Cíclopes que le hace invisible y que nunca se quitaba. También se le solía representar con un bidente o cetro.

El atributo que suele aparecer ante él es el ciprés, cuyo follaje oscuro expresa melancolía y el dolor. Sus sacerdotes se hacían coronas y sembraban sus ropas en los sacrificios.

Animales representativos

El perro de tres cabezas y cuatro caballos negros.

Otros dioses romanos

La mitología romana es apasionante, a diferencia de otras religiones, la romana era politeísta, lo que significa que eran muchos los dioses a los que adoraban. Tenían muchas deidades propias, pero muchas otras eran incorporadas, ya sea de la mitología griega o de los territorios que iban conquistando.

En la antigua Roma se desarrolló un sofisticado sistema religioso con templos, sacerdotes, ritos y dioses que se remontaban hasta la fundación de si civilización.

Júpiter

El Júpiter de la antigua roma es el equivalente a lo que fue Zeus en Grecia. Se trata del hijo de Saturno, quien con la ayuda de sus hermanos destronó a su padre, convirtiéndose así en «Rey de los dioses y de los hombres».

Júpiter fue la máxima divinidad romana y como rey de los Dioses repartió el universo entre él y sus hermanos y se lo suele representar con sus tres atributos: el águila, el cetro y el rayo. Es de especial relevancia el elemento del rayo.

Juno

Es la adaptación romana de la Diosa griega Hera. Juno era hermana de Júpiter, pero se convirtió en su esposa oficial, unión de la cuál salieron otros dioses romanos como Vulcano y Marte.

Debido a las innumerables infidelidades de Júpiter, Juno se forjó una gran fama de celosa, vengativa y enfurecida.

 

Se convirtió en la protectora de las mujeres casadas, la patrona del hogar, de los partos y del honor. En sus imágenes se la representa como a una majestuosa matrona.

Minerva

Minerva es la adaptación romana de la Atenea griega. juega un papel fundamental para entender las deidades de la antigua roma; es la Diosade la sabiduría, de la ciencia, de las artes y de las técnicas de guerra.

Según la mitología romana, Minerva era hija de Júpiter y Metis, quién fue diosa de la prudencia. Por miedo a engendrar a alguien más poderoso que él que pudiera llegar a destronarlo, Júpiter devoró a Metis, aunque la consecuencia de ello fue un terrible dolor en las sienes.

Jupiter le pidió a Vulcano que le abriera la cabeza con un hacha para acabar con el terrible dolor, y cuando este lo hizo, de la cabeza de Júpiter salió Minerva.