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Dios Cronos

En panteón griego siempre tiene presente una enorme cantidad de divinidades, por lo que se podía caracterizar a este pueblo como politeísta. Un padre de dioses, rey de segunda generación, fue Cronos. A continuación, como en ningún otro sitio, presentamos todo sobre Cronos: quién era, leyendas y más.

Quién era Cronos

En la mitología griega Cronos era la divinidad principal (y en algunos mitos más joven) de la primera generación de titanes. Eran, por lo tanto, descendientes divinos de Gea, la tierra, y Urano, el cielo. Su nombre proviene de «el cortador», motivado por la idea de que este personaje cortó el cielo o los genitales de Urano.

A Cronos se lo solía representar como un hombre maduro con una hoz o guadaña, arma que justamente usó para destronar y derrotar a su Padre, Urano. Se lo identificaba en Roma como Saturno y si bien no tenía un extenso culto hay que decir que en el mes Ático de Hecatombeón se llevaba adelante una fiesta denominada Cronia. Era en honor a Cronos y se celebraba la cosecha: dicho personaje se remontaba a una Edad de Oro y por supuesto se lo vislumbraba como patrón de la cosecha.

La historia de Cronos también nos relata una descendencia, concebida con Rea: la de los dioses olímpicos o por lo menos algunos de ellos. Eran seis los hijos de Cronos: Deméter, Hestia, Hera, Hades, Poseidón y Zeus. Este último también se rebelaría contra su padre, como antes lo había hecho el mismo titán.

Leyendas de Cronos

Las leyendas de Cronos a grandes rasgos se pueden dividir en dos fragmentos: la que tiene en cuenta su ascendencia y la que tiene en cuenta su descendencia. Como ambas tratan de destronamientos, para muchos mitólogos de vocación antropológica se han tratado de grandes modificaciones de poder.

Castración de Urano

En primer lugar Cronos guardaba un amplio rencor hacia Urano, que también se había ganado la enemistad de su esposa, Gea. Ella luego de engendrar los hijos era obligada por el mismo dios del Cielo a mantenerlos en su seno, sin que pudieran ver la luz. Gea creó una hoz de pedernal y reunió a Cronos y sus hermanos para convencerlos de matar a su padre. Solo Cronos aceptó, tendiéndoles todos una emboscada: Urano se encontró con Gea; Ceo, Hiperión, Jápeto y Crío lo inmovilizaron; pero fue Cronos quien lo atacó con la hoz y lo castró.

De la sangre divina que salpicó a la tierra surgieron los gigantes, las erinias y las melíades. Cronos arrojó al mar la hoz (la isla de Corfú) y los genitales de su padre. Alrededor del miembro surgió una espuma y tal fenómeno dio nacimiento a Afrodita. Luego de la victoria, el nuevo rey divino encerró en el Tártaro a los Hecatónquiros y a los Cíclopes (bajo la custodia de la monstruosa Campe).

Subió Cronos al trono con su hermana Rea, en lo que se conoce como la edad dorada.

Levantamiento de Zeus

Sin embargo, parece que la historia se repite. Cronos supo de Gea, su madre, que estaba destinado a ser destronado por uno de sus hijos. La solución fue distinta a la de su padre Urano: no los retenía en el cuerpo de su consorte, sino que los devoraba tan pronto nacían. Esa fue la suerte de Deméter, Hestia, Hera, Hades y Poseidón. Sin embargo, el sexto, Zeus, no corrió la misma suerte: Rea le pidió ayuda a Gea para salvarlos e inventar un plan no solo a favor de su descendencia sino también para vengar a Urano.

Zeus fue dado a luz en la isla de Creta y entregó en su lugar a Cronos una piedra envuelta en pañales, siendo tragada sin desconfiar por aquel (el llamado Ónfalos). La crianza de Zeus fue llevada adelante por ninfas y una cabra, mientras los Curetes, bailarines armados, gritaban y se movían para que Cronos no escuchara el llanto de su niño.

El tiempo pasó y el niño Zeus creció. Él mismo usó un veneno que le dio Metis para que Cronos regurgitara el contenido de su estómago en orden inverso: primero la piedra que se la dejó a Pitón bajo las cañadas del Parnaso como señal a los hombres mortales y luego la totalidad de sus hermanos.

Titanomaquia

Pero la historia no culmina con la regurgitación de los hermanos de Zeus. Tras liberarlos, Zeus mató a Campe y liberó del Tártaro a los Hecatónquiros y los Cíclopes. Los últimos forjaron el rayo para la divinidad olímpica, el tridente para Poseidón y un casco de invisibilidad para Hades. En una gran guerra denominada Titanomaquia Zeus derrotó a Cronos y a los titanes.

Muchos de los titanes fueron encerrados con la derrota en el Tártaro, otros no. Por su parte, Cronos estuvo en una prisión, pero luego fue liberado por su hijo y desde entonces dirigió los Campos Elíseos.

Cronos en la mitología romana

Desde la lógica griega Cronos era una fuerza cruel, que solo podía traer caos y desorden, uno que evitaron los divinos olímpicos. Sin embargo, el pueblo romano no era de esa visión: una visión algo más ingenua, con mucho del localismo y denominado Saturno. 

En el mundo romano Saturno no era un paso intermedio entre Urano y Zeus, sino un aspecto sumamente importante en sus creencias. La Saturnalia fue una fiesta celebrada en su honor y por lo menos en la antigua monarquía romana existió un templo dedicado en su honor.