La bandera de los Estados Unidos, actual potencial mundial, no solo tiene sus razones, colores y símbolos, sino también su historia fascinante. A continuación presentamos bandera de Estados Unidos: información, símbolos e historia.
Significado de la bandera de Estados Unidos
La bandera nacional de los Estados Unidos es, sin lugar a dudas, el símbolo más importante de la mencionada nación. El mismo está conformado por 13 bandas rojas y blancas (es decir, la suma entre ambas y no por separado) que dan cuenta de las 13 colonias originarias que se independizaron de Reino Unido, dispuestas de manera alternada. Asimismo, en la esquina superior izquierda hay un rectángulo de fondo azul que tiene la funcionalidad de ser el soporte de un total de 50 estrellas, las cuales representan los estados de la nación actualmente. No erramos al decir que la inspiración de la bandera de Estados Unidos esté posiblemente basada en la bandera de la Compañía Británica de las Indias Orientales.
¿Puede existir alguna simbología al respecto? En verdad, en estas cuestiones siempre hay que tener mucho cuidado, pero sin sobreabundar en interpretaciones se puede decir que el blanco en este caso es pureza e inocencia; el rojo es resistencia, sangre y valor; y el color azul representa la vocación de mando, perseverancia, justicia y hasta el mismísimo cielo. Las estrellas, de modo particular, pueden tenerse como una meta divina, un objetivo a alcanzar por una persona o, en este caso, una nación entera. Significaciones que, en la mayoría de los casos, fueron erigidas luego de la independencia y los primeros años, como aclaran muchos estudiosos en la materia.
Historia de la Bandera de Estados Unidos
Todos sabemos, de alguna forma, que los símbolos patrios no son un objeto perpetuo e inmutable, sino que varían con los avatares de la historia (incluso hoy, con estados naciones relativamente fijos, tampoco se puede afirmar que no se modifiquen). Naturalmente, en este contexto, Estados Unidos no es una excepción y su bandera ha sufrido variaciones a lo largo de los años.
Como a muchas naciones les ocurre, en el momento de la declaración de la independencia, un 4 de julio de 1776, los Estados Unidos no tenían una bandera oficial. Aquí podemos decir que la denominaba bandera americana no tuvo ese carácter de oficial, pero sirvió no solo como estandarte en la Guerra de la Independencia, sino también como base para una futura bandera nacional ¿Cómo era la misma? Como posteriormente sería, ya la bandera contaba con las 13 franjas alternadas, rojas y blancas, en representación de las 13 colonias originarias; sin embargo, en el rectángulo en el margen superior izquierdo estaba la denominada Union Jack, es decir, la conjunción, típicamente británica, de la cruz de San Jorge con la de San Andrés (no la de San Patricio). De ahí que se diga que esta primera bandera tenía una fuerte influencia de aquella que daba cuenta de la Compañía Británica de las Indias Orientales.
La evolución posterior, sin embargo, no es tan compleja: todo se dirime en el hecho de suprimir la muy británica Union Jack y emplazar en su lugar un cantón o rectángulo de color azul, con diferentes estrellas que representan los estados de la naciente nación. El 14 de junio de 1777, el Segundo Congreso Continental (órgano que representaba a las 13 colonias) determinó las franjas rojas y blancas alternadas y que la unión sea de trece estrellas en un campo azul, formando una nueva constelación. El 14 de junio se celebra el Día de la Bandera en Estados Unidos y los estudiosos siguen discutiendo si fue Francis Hopkinson el autor de la bandera (fue uno de los firmantes de la declaración de la independencia), mientras que otro diseño, con las estrellas formando un círculo en el rectángulo azul es asociado a Betsy Ross, quien supuestamente habría cocido una bandera para el primer presidente, George Wahington.
La posterior evolución de la bandera representó una modificación en el cantón de las banderas, ya que las estrellas se creaban, la disposición del todo se modificaba, a partir de que Estados Unidos iba anexionando nuevos territorios y los convertía en sus estados. Hacemos una breve alusión a ello: primero fueron 13 estrellas (Nuevo Hampshire, Massachussetts, Rhode Island, Connecticut, Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania, Delaware, Maryland, Virgina, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia); luego fueron 15 al unirse Kentucky y Vermont en 1818; luego se unieron Indiana, Luisiana, Misisipi, Ohio y Tennessee, por lo tanto ya había un total de 20 estrellas. En 1820 se unió Illinois; 1822 Alabama y Maine; en 1836 Missouri. Hasta 1890, en un claro expansionismo norteamericano, se fueron añadiendo uno tras uno hasta llegar al número de 38 estados. En 1831 se anexionó Idaho, Montana, Dakota del Norte, Dakota del Sur y Washington. Ulteriormente, Wyoming, Utah y Oklahoma. Más tarde, en 1912 se unieron Arizona y Nuevo México, con 48 estrellas ya. En 1960, finalmente, se añadió Alaska y después Hawái, para llegar a la cifra actual de 50 estados representados en las estrellas del cantón azul.
Naturalmente, en ese lento crecimiento anexionador, el rectángulo estrellado tuvo que variar las formas de presentar sus estrellas: números alternados si había que cuadrar la cuenta, ruptura de simetrías, patrones circulares, en forma de estrella pentagonal; en definitiva, una multitud de formas de disponer las estrellas, que a veces daba lugar a dos o más versiones equivalentes de la bandera.
La persona acreditaba como diseñador de la actual bandera con 50 estrellas es Robert G. Heft. Con tan solo 17 años y como proyecto de clase de la escuela secundaria, diseñó la bandera en 1958. El formato actual, según especialistas, es bastante redondo: 50 estrellas (6+5+6+5+6+5+6+5+6 en su parámetro), algo que variaría si, por ejemplo, se añadiera a Puerto Rico o el Distrito de Columbia.