Artemisa era la Diosa de la caza y los bosques, el territorio virgen; aunque con el tiempo también se la asoció a la Luna y los partos. Es una de las grandes divinidades olímpicas, hija de Zeus, por lo que a continuación presentamos todo sobre la diosa Artemisa: características, cultos, fiestas y más.
La diosa Artemisa
Artemisa es una de las tantas deidades que se pueden encontrar en la mitología griega, aunque esto no quita que fue muy venerada y de las más antiguas. Era la diosa helena de la caza, los animales salvajes, el terreno virgen, los nacimientos, la virginidad (y por extensión las doncellas) y aliviadora de las enfermedades de las mujeres. Era hija de Zeus y Leto, además de hermana del poderoso y polifacético Apolo.
Se la representaba como una cazadora que llevaba arcos y flechas. El ciervo y el ciprés le estaban consagrados. Por supuesto, era una deidad griega, lo que quería decir (como muchos otros politeísmos) que no había un control de sus historias ni parecía contradictorio que una divinidad tuviera un nacimiento y un crecimiento. Esto explica no solo sus diversas historias como su procreación, sino también que por momentos se la identificara con Ilitía, protectora de las mujeres en partos o incluso con la titánide Selene.
En el mundo romano, que tanto tomó del griego (aunque más proclives a la creación de deidades), se puede encontrar una variante de Artemisa en la figura de la cazadora Diana, asociada a la Luna al igual que la versión griega.
Atributos de Artemisa
Según el himno homérico Artemisa poseía arcos y flechas dorados. Estas últimas arrojadas por la mismísima diosa podían ocasionar la muerte inmediata y enfermedades. Se dice que los arcos y flechas fueron obtenidos por la deidad gracias a los cíclopes, además que el arco pasó con el tiempo a ser un símbolo de la virginidad de Calisto (mujer parte del séquito de Artemisa) e incluso del culto lunar.
Asimismo, Artemisa era presentada con carros hechos de oro y tirada por ciervos de cornamenta dorada. Eventualmente podía representarse con redes (vinculada con la actividad de la pesca) e incluso con lanzas, sobre todo en la región de Etolia.
El ciervo también daba cuenta de la deidad e incluso la lira, como diosa de los bailes y canciones de las doncellas. Estos atributos que varían en el tiempo tienen una explicación clara: Artemisa fue una deidad venerada en muchos lugares e incluso para algunos historiadores puede que hasta haya sido pre-griega.
Es importante recordar que las divinidades no tenían un comportamiento típicamente divino o, dicho en otras palabras, su accionar era a veces moralmente dudoso. Y esto no es dicho con ojos modernos: desde Jenófanes hasta Platón esta lectura de reprobación fue recurrente. Artemisa en ese sentido fue parte también de envidias como la muerte de Adonis y Acteón, que en una de las tantas historias, habían cometido la irreverencia de considerarse los mejores cazadores o ser parte de conflictos bélicos, como apoyar a Troya en las guerras homéricas.
Culto a Artemisa
Artemisa era la diosa de los bosques y las colinas, de los territorios vírgenes, siendo adorada en toda la antigua Grecia. Quizás sus lugares más famosos de culto fueron la isla de Delos (su lugar de nacimiento), Braurón en el Ática, Muniquia cerca de Pireo y Esparta. Estos últimos solían brindarle sacrificios a dicha diosa antes de embarcarse al terreno militar.
Otros lugares de culto fue la Caria, de ahí que se la denominara a la deidad Cariatis, en el período clásico de Atenas se la acercaba a Hécate y también fue adorada como una diosa virginal del parto (incluso habría ayudado a su madre en el alumbramiento de su hermano gemelo, Apolo, según cierta leyenda).
Un párrafo aparte merece el culto que se le practicaba en Éfeso, la actual Turquía y antigua Jonia. La tierra que vio nacer al gran filósofo Heráclito no se privó de rendirle culto a una divinidad que tenía un templo tan majestuoso que fue considerado una verdadera maravilla del mundo antiguo. Aparte de Delos, posiblemente fue el centro más famoso del culto a la divinidad. Los jonios la habrían considerado una diosa madre, semejante a la Cibeles frigia.
Fiestas dedicadas a Artemisa
Una divinidad con tanta raigambre en el mundo antiguo tiene naturalmente como réplica diferentes lugares de cultos y fiestas anexionadas. Con Artemisa tenemos la fiesta Brauronia, la de Artemisa Amarisia en el Ática, la Artemisa Saronia en Trecén, una ciudad de la Argólida, la Caristeria, las Muniquias o la fiesta de la Artemisa Dictina.
Punto aparte en la mención lo tiene el 6 de targelión (mes número 11) donde se festejaba el cumpleaños de la divinidad o el 6 de elafebolión (mes número nueve) en el que se celebraban las Elafebolias o fiestas de Artemisa. También estaba la Lafria, una fiesta de la deidad en Patras, con procesión y colocación de troncos para generar una suave subida hacia un altar en honor a Artemisa.