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Ángel

El ser humano se ha visto rodeado a lo largo de la historia de seres sobrenaturales: algunos de ellos han caído en la categoría de mito, otros todavía tienen sesgos realistas. Posiblemente de los últimos el mejor ejemplo sean los ángeles. A continuación, como en ningún otro sitio, presentamos todo sobre los ángeles: definición y su participación en diferentes credos. 

¿Qué es un ángel?

Un ángel es un ser sobrenatural presente en varias religiones y mitologías, cuya función principal es servir a un dios supremo. Y si bien sus funciones y especificaciones pueden variar de acuerdo a la cultural, por lo general son una suerte de intermediarios entre el mundo celeste (morada de la deidad suprema) y el terrenal con los seres humanos. No es casualidad que ángel, en griego, quiere decir literalmente «mensajero».

Por lo tanto, ontológicamente un ángel es superior a un ser humano pero inferior a la máxima deidad a la cual sirve. Estas figuras suelen ser presentadas como criaturas benevolentes, poderosas y que en muchas ocasiones hacen sus apariciones en formas humanas. Se los suele representar, sobre todo en los tres grandes monoteísmos, como seres antropomórficos con alas, aunque hay excepciones.

Asimismo, los ángeles son muchos y no tienen la misma categoría. Hay una auténtica jerarquía social al respecto, como por ejemplo el cristianismo hablando de ángeles, arcángeles, querubines, serafines, etc.

El ángel en el cristianismo

El Cristianismo nos menciona en muchos pasajes de la Biblia que los ángeles son llamados hijos de Dios desde la creación. Ellos no solo sirven a Dios y ayudan a la humanidad, sino que también anuncian la salvación. Por ejemplo, el arcángel Gabriel anunció la llegada del mismo Jesús.

Podemos mencionar algunas de las características sobresalientes de los ángeles: proteger a los justos, habitar en los cielos, actuar como guerreros de Dios y adoran a Dios. En algunas ocasiones pueden ser psicopompos, es decir, acompañantes de almas en el más allá para que lleguen al sitio que les corresponde.

Por supuesto, el cristianismo no deja de presentar a los ángeles en toda su complejidad, a tal punto que algunos de ellos pueden ser malos y mudarse en demonios, como Lucifer. También hay libros, considerados apócrifos, que muestran la rebeldía de ángeles enseñándoles materias prohibidas a los seres humanos (el libro de Enoc).

El ángel en el judaísmo

Los ángeles también gozan de una larga tradición en la cultura judía. Son descritos como seres sobrenaturales sin forma física ni conciencia, actuando solo cómo y cuándo así lo dicte Yahveh. De hecho, esta falta de libre albedrío los coloca hasta debajo de la humanidad.

Sin embargo, lo dicho anteriormente es una lectura impuesta por los rabinos, quienes poseían una sabiduría religiosa por encima de la media del pueblo judío ¿Por qué hacerlo? Se temía que los ángeles convirtieran la religión en un politeísmo, por si se los adoraba demasiado. En cambio, se resaltaba la omnipotencia divina.

Naturalmente, la conexión entre el judaísmo y el cristianismo es absoluta. En el Antiguo Testamento se menciona cómo los ángeles gustaron de mujeres y se multiplicaron, dando lugar al enojo de Dios y el diluvio universal.

El ángel en el islam

Los ángeles en el Islam se denominan malaikas y son seres celestiales creador por Alá a partir de un principio luminoso. Tienen diversas funciones como alabar a Dios en los cielos, llevar adelante las leyes de la naturaleza e interactuar en la vida cotidiana con los seres humanos.

En el islam los ángeles pueden ser tanto antropomórficos como abstractos. Aquí hablamos de uno de los grandes artículos de fe de dicho monoteísmo y de hecho el Corán es la fuente principal de este concepto. Aquí los ángeles son seres superiores desde la virtud, a diferencia de los demonios que son decididamente malos y los genios que poseen cierta ambigüedad.

Ángeles en otras culturas

Otras culturas también mencionan las figuras de los ángeles, es decir, ellos no son una creación de los tres grandes monoteísmos únicamente. En el zoroastrismo hay figuras como los ángeles, como el Fravashi que es una suerte de ángel guardián, que manifiesta la energía divina y ayuda a la persona (aunque también es un alma de la persona). Los Amesha Spentas son emanaciones de Ahura Mazda, pero en algún punto también se lo podía comprender como ángeles.

En China naturalmente no existe el concepto de ángel, pero su complejo politeísmo podía dar a lugar a divinidades de menor envergaduras y mensajeras, casi como los ángeles. En Grecia, por su parte, sobre todo a partir del neoplatonismo (aunque en Platón el concepto de daimon se emparenta) proliferan sin cesar seres ontológicamente intermedios que cumplen una función de conexión entre el mundo inteligible (y más allá) y el sublunar donde habita el ser humano. 

Hay pueblos de África que también pueblan de intermediarios su mundo, cumpliendo la función de mensajeros similares a los ángeles. Muchos estudiosos de la mitología han visto este rasgo en muchas culturas: cuando la deidad principal es lejana se necesita de intermediarios que interactúen con la humanidad.