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Fenrir

La mitología nórdica no es solo foco de un politeísmo (la existencia de muchos dioses), sino que también de un universo entero de criaturas que hoy nos parecerían maravillosas: elfos, seres de fuego, gigantes del frío, pero también un lobo muy especial. Ese es el caso que estudiaremos hoy: presentamos todo sobre Fenrir: historia e información para compartir. 

Quién es Fenrir

En la mitología nórdica Fenrir es un lobo gigantesco y monstruoso. Es mencionado en una buena cantidad de escritos importantes e históricos: aparece en la Eda Poética o Mayor compilada en el siglo XIII desde las fuentes tradicionales y en la Eda Prosaica y Crónica de los Reyes Nórdicos, las cuales fueron escritas en el siglo XIII por un erudito como Snorri Sturluson.

En los escritos más sustanciales de la mitología, esta criatura era padre de los lobos Skoll y Hati. Además es hijo de Loki y se predice que matará al dios Odín durante los eventos del Ragnarok, lo cual puede comprenderse como el apocalipsis nórdico: es la batalla del fin del mundo. Posteriormente Fenrir sería asesinado por un hijo de Odín, llamado Vidar. 

Existen otros escritos que nos hablan más de Fenrir: de algún modo los dioses sabían de las profecías y cómo era una figura central de acontecimientos fatales. Su gran crecimiento hizo que se lo aprisionara, lo que dio como resultado el arrancamiento por parte del lobo de la mano derecha de otra divinidad nórdica quien tuvo el papel de ponerle las cadenas: Tyr.

Historia de Fenrir

Fenrir, al igual que otras criaturas e incluso divinidades del mundo nórdico, fue creciendo. Al principio solo era un cachorro, pero conforme se lo fue alimentando comenzó a crecer. De un tamaño tan grande que ya era imposible controlarlo. Dioses habían intentado antes apresarlo y habían salido sus empresas fallidas.

Las divinidades de Asgard pidieron la fabricación de una ligadura irrompible a los enanos. Estos la fabricaron con una cinta liviana, sedosa y fina, que sin embargo nadie podía romper. La llamaron Gleipnir y su composición era muy curiosa: sonido de la pisada de un gato, barba de mujer, raíces de montañas, nervios de oso, saliva de pájaro y soplo de peces.

Fenrir fue encadenado en la isla de Lyngvi y solo Tyr se ofreció a la proeza de encadenarlo. Los dioses idearon un juego en el que Fenrir debía dejarse amarrar para probar si él podía romper la cinta, ya que las divinidades no podían. El lobo estaba desconfiado por sus anteriores experiencias, pero lo hizo para no pasar por cobarde. Solo había una condición: uno de los dioses debía poner la mano en su boca durante toda la proeza.

Entonces Tyr, valiente, lo hizo, extendiendo su mano derecha. Los dioses ataron al lobo y luego se rieron, al ver que la bestia se debatía ferozmente pero no podía hacer nada para soltarse de la cinta. Solo Tyr no se rio porque sabía a lo que estaba expuesto: efectivamente Fenrir al darse cuenta que era una trampa cerró la boca y le cortó la mano al dios. 

El relato teleológico del Ragnarok explica el motivo del encadenamiento de Fenrir: los dioses aesir sabían que sería el causante del fin del mundo. Cuando en semejante evento el lobo rompa su prisión milenaria, el fuego y el agua invadirán la Tierra, se desatará una cruenta guerra, Odín morirá por la criatura y a su vez su hijo, Vidar, lo matará luego.

Menciones a Fenrir

Fenrir es mencionado en tres estrofas del poema Völuspá y dos estrofas en el poema Vafþrúðnismál. En el primero una vidente le informa a Odín que una anciana se sentó en el bosque de Járnvidr y allí alumbró la cama de Fenrir: de todos ellos surgiría uno que sería el destructor de la Luna. Además, la misma vidente aclara, que Odín sería devorado por la misma criatura lobezna. 

Es importante recalcar que la Völuspá es un poema que data del año 1270, pero se cree que ya existía en forma oral e incluso escrita. La oradora del poema es una volva, que puede considerarse en la cultura escandinava como una profeta. Ella se dirige directamente al padre de los dioses, Odín, contándole sobre el nacimiento del mundo y su inevitable destrucción.

Es que entre las raíces del Árbol del Mundo, cuyo nombre era Yggdrasil, vivían las Norns o parcas que tejían el silencio los destinos de los dioses, los humanos y todas las entidades de los Nueve Reinos. Las Norns decretaron el fin del mundo en el Ragnarok y sus decisiones no podían ser desafiadas ni invertidas. En este enorme Tejido Fenrir tenía un papel en el final del mundo.

No es sorprendente que un pueblo nórdico pensará el el fin del mundo (e incluso el más allá) en términos bélicos, sin embargo, sus creencias eran cíclicas: luego del Ragnarok algunos dioses sobrevivían como Vidar, la vida resurgiría y por supuesto estos mantendrían los relatos que hablaría de la gran batalla final y la muerte del lobo gigante.